Si todavía llevas tú mismo la contratación, no es que lo estés haciendo mal. Es lo que hacen la mayoría de fundadores y CEOs de pymes.
En las primeras etapas, o cuando aún no has escalado, tiene sentido. Contratar es demasiado importante como para delegarlo. Sabes lo que necesitas, confías en tu red, y cuando alguien de confianza te recomienda a alguien bueno, dices que sí.
Pero entonces el equipo crece. Empiezas a contratar para roles que ya no controlas del todo. Tu red se va agotando. Abres una nueva posición y te pasas semanas solo para definir bien qué estás buscando, sin hablar aún de encontrarlo. El proceso vive en tu cabeza... o en un doc de Notion que nadie vuelve a abrir.
En ese punto, el problema no es a quién contratas.
Es cómo lo haces.
Y no, no necesitas montar un equipo de People completo para solucionarlo.
Pero sí necesitas dejar de tratar cada nueva contratación como una hoja en blanco.
Como fundadores y CEOs, hemos interiorizado que hasta que seamos lo suficientemente grandes como para tener un equipo de People, deberíamos ser capaces de encargarnos de la contratación, el onboarding, la cultura, el clima del equipo, el rendimiento… y además dirigir la empresa.
Pero eso no es escalar. Es sobrevivir.
La pregunta no es si sabes contratar.
La pregunta es: ¿es la mejor forma de usar tu tiempo ahora mismo?
Y en la mayoría de los casos, la respuesta es no.
Contratar sin un equipo de HR no significa que tengas que crear uno.
Pero sí necesitas un sistema que funcione, sin tener que improvisar desde cero cada vez.
Eso implica:
Puedes seguir teniendo el control, sin tener que hacerlo todo tú.
Si sigues dependiendo solo de intros o publicaciones en LinkedIn, seguramente ya habrás notado que el flujo de talento empieza a secarse.
No significa que estés contratando mal. Solo que tu alcance se está quedando corto.
El apoyo externo, cuando está bien integrado, te da acceso a nuevos pools de talento, herramientas ya testadas y, sobre todo, tiempo de vuelta.
Y no, no tiene que parecerse al modelo clásico de agencia (que, seamos sinceros, no le funciona a la mayoría de las pymes).
Hay un punto medio que está ganando fuerza: un apoyo flexible, reclutamiento on-demand, gente que entiende tu etapa y se conecta sin necesidad de ser gestionada todo el tiempo.
Un proceso replicable para definir roles, compartirlos, filtrar candidatos y moverlos por un embudo que tenga sentido.
Puedes empezar simple:
Nada de esto es nuevo. Pero lo que aporta es consistencia. Y eso es justo lo que le falta a la mayoría de equipos en crecimiento.
Tarde o temprano vas a necesitar ayuda.
Eso no significa contratar mañana a un equipo entero de People.
A veces, solo necesitas a alguien que te monte el sistema. O que te ayude a ejecutarlo con rapidez y criterio.
Alguien que entienda en qué etapa estás y no te obligue a elegir entre gastarte 20.000 € en un recruiter o hacerlo todo tú solo.
Eso, por cierto, es exactamente lo que hacemos en Kaatch (no es una venta, solo contexto 😉).
Ayudamos a startups y pymes a dejar de contratar en modo caos, sin necesidad de montar todo un departamento de HR.
Con nosotros o con quien quieras, lo importante es esto:
no tienes que seguir improvisando.
Puedes mantener el listón alto, proteger tu tiempo y rodearte de gente que de verdad empuje el negocio… sin agotarte ni depender de la suerte.
Si cada proceso de contratación sigue sintiéndose como una carrera de obstáculos, no es culpa tuya.
Pero tampoco es algo que puedas mantener por mucho más.
Tener estructura no significa ir más lento.
Significa estar listo para lo que viene, y asegurarte de que el equipo que traes también lo está.
Contratar sin un equipo de RRHH o con un presupuesto bajo no significa hacerlo solo, con la estructura adecuada y el apoyo flexible, puedes dejar de improvisar y empezar a contratar con claridad, rapidez y confianza.
Si todavía llevas tú mismo la contratación, no es que lo estés haciendo mal. Es lo que hacen la mayoría de fundadores y CEOs de pymes.
En las primeras etapas, o cuando aún no has escalado, tiene sentido. Contratar es demasiado importante como para delegarlo. Sabes lo que necesitas, confías en tu red, y cuando alguien de confianza te recomienda a alguien bueno, dices que sí.
Pero entonces el equipo crece. Empiezas a contratar para roles que ya no controlas del todo. Tu red se va agotando. Abres una nueva posición y te pasas semanas solo para definir bien qué estás buscando, sin hablar aún de encontrarlo. El proceso vive en tu cabeza... o en un doc de Notion que nadie vuelve a abrir.
En ese punto, el problema no es a quién contratas.
Es cómo lo haces.
Y no, no necesitas montar un equipo de People completo para solucionarlo.
Pero sí necesitas dejar de tratar cada nueva contratación como una hoja en blanco.
Como fundadores y CEOs, hemos interiorizado que hasta que seamos lo suficientemente grandes como para tener un equipo de People, deberíamos ser capaces de encargarnos de la contratación, el onboarding, la cultura, el clima del equipo, el rendimiento… y además dirigir la empresa.
Pero eso no es escalar. Es sobrevivir.
La pregunta no es si sabes contratar.
La pregunta es: ¿es la mejor forma de usar tu tiempo ahora mismo?
Y en la mayoría de los casos, la respuesta es no.
Contratar sin un equipo de HR no significa que tengas que crear uno.
Pero sí necesitas un sistema que funcione, sin tener que improvisar desde cero cada vez.
Eso implica:
Puedes seguir teniendo el control, sin tener que hacerlo todo tú.
Si sigues dependiendo solo de intros o publicaciones en LinkedIn, seguramente ya habrás notado que el flujo de talento empieza a secarse.
No significa que estés contratando mal. Solo que tu alcance se está quedando corto.
El apoyo externo, cuando está bien integrado, te da acceso a nuevos pools de talento, herramientas ya testadas y, sobre todo, tiempo de vuelta.
Y no, no tiene que parecerse al modelo clásico de agencia (que, seamos sinceros, no le funciona a la mayoría de las pymes).
Hay un punto medio que está ganando fuerza: un apoyo flexible, reclutamiento on-demand, gente que entiende tu etapa y se conecta sin necesidad de ser gestionada todo el tiempo.
Un proceso replicable para definir roles, compartirlos, filtrar candidatos y moverlos por un embudo que tenga sentido.
Puedes empezar simple:
Nada de esto es nuevo. Pero lo que aporta es consistencia. Y eso es justo lo que le falta a la mayoría de equipos en crecimiento.
Tarde o temprano vas a necesitar ayuda.
Eso no significa contratar mañana a un equipo entero de People.
A veces, solo necesitas a alguien que te monte el sistema. O que te ayude a ejecutarlo con rapidez y criterio.
Alguien que entienda en qué etapa estás y no te obligue a elegir entre gastarte 20.000 € en un recruiter o hacerlo todo tú solo.
Eso, por cierto, es exactamente lo que hacemos en Kaatch (no es una venta, solo contexto 😉).
Ayudamos a startups y pymes a dejar de contratar en modo caos, sin necesidad de montar todo un departamento de HR.
Con nosotros o con quien quieras, lo importante es esto:
no tienes que seguir improvisando.
Puedes mantener el listón alto, proteger tu tiempo y rodearte de gente que de verdad empuje el negocio… sin agotarte ni depender de la suerte.
Si cada proceso de contratación sigue sintiéndose como una carrera de obstáculos, no es culpa tuya.
Pero tampoco es algo que puedas mantener por mucho más.
Tener estructura no significa ir más lento.
Significa estar listo para lo que viene, y asegurarte de que el equipo que traes también lo está.